domingo, 6 de enero de 2008

INTRODUCCIÓN A LA PSICOGENEALOGIA
escrito por Celso Bambi

Nuestras dificultades reflejan, en general, conflictos no resueltos en la estructura de nuestras familias. Desde pequeños, y de forma totalmente inconsciente, los absorbimos.Ahora, los conflictos que crecieron con nosotros, se vuelven a presentar en nuestras vidas aun que en manera diferente al pasado. Quedan igualmente los mismos conflictos pero adaptados a las nuevas generaciones y nuevos contextos.
Desde nuestra llegada al mundo, nuestros padres proyectaron inconscientemente sobre nosotros todo tipo de deseos emocionales, intelectuales, corporales y sexuales, que acabaron programando nuestras vidas.
El proyecto parental genealógico, nos hizo asumir desde la infancia el deber de realizar las proyecciones que otros familiares, en su tiempo, ya les trasmitieron a nuestros padres.
El niño acaba con aceptar e identificarse con estas proyecciones, que con el tiempo se transforman en una pesada carga de responsabilidad que lo acompañará por toda su vida.
Cargar con esta Orden Familiar de forma inconsciente y con la que nuestra ‘Ser Esencial’ no está de acuerdo, puede ser fuente de desequilibrios, insatisfacciones, frustraciones cuyo origen nos es desconocido. Simplemente no nos sentimos bien pero no sabemos el porque.

La mayor parte de nuestros conflictos, desordenes, pulsiones y contradicciones , se forman con la identificación a figuras de la familia que nos han marcado y a las que seguimos siendo fieles, a pesar que nos sea doloroso, paralizante e auto destructivo. A la vez estos personajes a quienes somos fieles, se identificaron a otras figuras del pasado, formando una cadena de herencia de conflictos. De la misma manera con la que nuestros padres influyeron sobre nosotros, ellos fueron influenciados por nuestros abuelos y tatarabuelos a seguir.
De diferentes maneras, todos mantenemos una fidelidad inconsciente a nuestra historia familiar (al clan o a la tribu). Lo que recibimos de nuestros padres lo transmitiremos a nuestros hijos y así seguirá de generación en generación, marcando el destino individual de cada personaje del árbol hasta que no se rompa la cadena a la luz de nuestra independencia e conciencia.

Explorar el inconsciente familiar, nos lleva a descubrir como la vida de nuestros antepasados, contiene hechos que están en resonancia con nuestros problemas en la actualidad.
Como si nuestras dificultades fueran una herencia inconsciente que nos atribuyeron la s situaciones traumáticas del pasado. Tomando conciencia de los orígenes familiares de los conflictos y sus consecuencias en nuestras vidas, tenemos la oportunidad de tratar directamente con el bloqueo y solucionarlo.Estudiando nuestro árbol genealógico encontramos pistas, situaciones, actitudes y posturas que se repiten de generación en generación, hasta llegar a nosotros. Esto forma un inconsciente familiar que termina condicionando completamente nuestra existencia actual.Esta estructura familiar actúa directamente en nosotros guiándonos hasta los conflictos no resueltos con la finalidad de levarlos a la luz y liberarnos de ellos. Por esta razón, el árbol tiene la tendencia a repetir el bloqueo o el nudo de una generación a la siguiente; es la vía que el inconsciente utiliza mientras trata de liberarse para favorecer la evolución del Ser.
Romper con esta cadena de repeticiones familiares para poder conquistar nuestra libertad individual, empieza con el conocer los hechos de nuestra historia, las circunstancias y los vínculos que se crearon con nuestros antepasados. No se trata de cortar con las raíces de nuestro árbol, se trata de comprender y satisfacer los nudos neuróticos que se crearon. El propósito de trabajar con nuestro árbol genealógico es permitirnos conocer a nuestros Ser Esencial, a nuestro Diamante Interior.
Para descubrir la dinámica del funcionamiento de nuestro árbol, hace posible deshacer las razones que constituyeron nuestros bloqueos, resistencias, miedos, frustraciones, insatisfacciones, fracasos y enfermedades.
Nuestro árbol genealógico nos proporciona todo lo que necesitamos para empezar nuestro proceso de liberación personal; deshaciéndonos de nuestros conflictos, alcanzando y desarrollando lo que es natural en nosotros y que lamentablemente mantenemos oscuro y reprimido.
Para empezar a trabajar con el árbol es necesario investigar, descubrir cuales fueron los hechos que marcaron las vidas de nuestros antepasados. El primer paso para empezar es disponer de las siguientes informaciones sobre nuestros antepasados hasta la cuarta generación:
Nombres ( inclusive los que no se utilizan normalmente), apellidos, profesiones, hobbies, fechas de nacimiento y muerte, abortos, muertes, secretos familiares, depresiones, fracasos, enfermedades, problemas políticos, económicos, sociales etc.
Con estas informaciones se establecen los esquemas de repetición, para establecer que tipo de relaciones hubieron entre los diferentes personajes, para poder deducir conflictos y bloqueos que puedan afectarnos en el tiempo presente.
Una vez analizado el árbol y comprendido la estructura que lo gobierna, se trabaja el árbol orgánico: o sea las consecuencias que la estructura genealógica deja en nuestra personalidad y en nuestro cuerpo, herencias que se manifiestan a través de gestos, expresiones, posturas, actitudes, respiración etc.El Proyecto Parental existe, los padres tiene un proyecto sobre nosotros al que tratamos de obedecer metafóricamente. Para nuestro inconsciente es absolutamente real y empieza ya en la primerísima infancia. El cerebro tiene diferentes realidades y vive la realidad imaginaria de manera tan real como la realidad objetiva. Si una mujer nace, pero en realidad estaba deseando un varón, acaba en general comportándose como un hombre, de la misma manera muchas acaban con crearse un cuerpo metafórico de varón.
Cada frase que nos dicen, cada detalle manifestado de manera no verbal, constituye la esencia del proyecto parental. Si nuestros padres nos identifican con una abuela, un tío o con la oveja negra de la familia, implica que es esto lo que se nos pide para ser amados y entonces nos comportamos de esta manera a pesar que nuestra realidad individual sea completamente diferente.

Todas la palabras y actitudes que los padres nos lanzaron, fueron absorbidas por el inconsciente como verdades absolutas a las que hay que obedecer. La estructura inconsciente se ocupa de obedecer y realizar. Para un niño su máximo referente son los padres y todo lo que ellos harán o dirán influirá directamente sobre él. El niño se identifica y construye su identidad y conciencia a través de lo que aprende de sus padres.
Los niños aprenden a ser ellos mismos a través de la imitación, primero imita y luego obedece. El niño absorbe detalles como el nombre, las costumbre y las cargas que son parte de su árbol. Lo que aparenta una agresión inconsciente por parte de nuestros padres es lo que se traduce en nuestro cerebro como una estructura metafórica de seguridad y pertenencia emocional, sexual, corporal e intelectual, consolidando las bases de nuestra estructura psico-emocional.
En el estudio de la psicogenealogia es necesario tomar nota de lo que nos dijeron en la infancia, porque a menudo es a través de estas frases que se crean las confusiones, los traumas, y las creencias negativas. Cuando somos adultos, luego, tenemos la tendencia a repetir con los demás y con nosotros mismos, estos abusos sufridos en la infancia.
Si fuimos torturados en el pasado, hoy en día no dejamos de torturarnos a nosotros mismos transformados en nuestros propio verdugo. Los abusos no son solo de carácter sexual, durante la infancia somos victimas de abusos intelectuales, por ejemplo cuándo nos transmiten ideas locas, prejuicios perversos, racismos etc.
De la misma manera sufrimos abusos emocionales cuando nos privan de amor, cuando hay desprecio, sarcasmo y agresión verbal. Existen también los abusos materiales por falta de espacio propio, por continuos cambiamientos de territorio, descuido y abandono con la comida y la vestimenta, errores alimenticios.
No hay que olvidar los abusos del Ser, los abusos con los que nos negaron el desarrollo de nuestra autentica personalidad. Nuestros padres nos crean un destino en función con la historia familiar sin ver quienes realmente somos. Nos hicieron espejos de ellos mismos o quizás quisieron fuéramos otra cosa, un hombre en cambio que mujer o viceversa.
No nos hicieron ver los que nos hubiera gustado ver, escuchar lo que hubiéramos querido escuchar, no nos permitieron expresar, nos dieron una educación que consistió principalmente en poner limites. De manera inconsciente nos impidieron realizarnos de tal manera que hoy nosotros mismos somos la causa de nuestros fracasos.
El inconsciente obedece a un lenguaje metafórico, no distingue el mundo interior donde vive, del mundo exterior donde se proyecta; a través de los actos psico-mágicos y las operaciones metafóricas sobre el cuerpo físico, será posible liberar el inconsciente la persona de ciertos bloqueos y traumas heredados de su historia genealógica.
Trabajar sobre el árbol genealógico de forma orgánica se permite a las estructuras neuronales a desligarse y re-programarse, permitiéndonos superar la identificación con los modelos del árbol y de las situaciones a las que estamos sometidos.

Para realizar esta tarea de re-orientación se utilizan actos metafóricos capaces de operar sobre la estructura psíquica del consultante, liberándolo de los bloqueos y haciendo posible la mutación de su realidad hacia una condición más autentica.

2 comentarios:

Lucas Gibarnaud dijo...

Hola, encantado de saludarte. Soy un gran amigo de tu padre, aunque nunca lo he visto fìsicamente. Quiero preguntarte què se puede hacer si los datos genealògicos son inciertos, escasos o muy generales.
Saludos desde Ecuador. Martìn.
ayni888@hotmail.com

Paola Guzmán dijo...

Hola. Me encanta la propuesta que tiene el psicochamanismo, en cierto modo se parece a la tradición del ho'ponopono, pero quedo un poco con la sensación de que los padres fueron horribles y que al desear ser madre en un futuro, practicamente, me convertiré en una perpetradora de traumas...desde esta perspectiva hay alguna forma de impedirlo? o será que es parte de nuestra evolución como seres nacer con herencias problemáticas para que al irlas descubriendo a lo largo de la vida podamos encontrarnos a nosotros mismos, crecer?
Saludos
madrigueradeconejo@gmail.com